sábado, 14 de febrero de 2009

A ti

Y ahora me doy cuenta de todo.

De que todo lo que he sufrido por ti no ha valido la pena.

No sabía cómo hacer frente a este amor, nuevo para mí; estaba asustada e hice lo peor que hubiera podido hacer: amarrarte a mí. Amarrarte y hacer de ti el centro de mi universo.

Temía perderte, temía que encontraras a alguien mejor que yo y me dejaras. Todo por culpa de mi inseguridad, pues con dieciséis años, de nada está una segura.

Lo sé, tú me intentabas tranquilizar, me jurabas tu amor, y yo, idiota perdida, ni te escuchaba.

Ahora te pido perdón. Perdón por intentar alejarte de tu gente, perdón por mis enfermizos celos que no me dejaban ver que sólo eran tus amigas. Ahora me doy cuenta de que no puedo hacer que seas solo para mí, que no puedo evitar el que te relaciones con más gente y que no se puede centrar todo en una sola persona.

Estaba equivocada y te pido otra oportunidad. Todos nos equivocamos. Yo estaba perdidamente enamorada de ti y no sabía de qué forma podía demostrártelo.

Pero he cambiado, te lo aseguro, me he dado cuenta de todos mis errores y quiero rectificarlos. Quiero seguir junto a ti. Te prometo que todo va a cambiar, que todo lo que me hacía daño ha desaparecido. He madurado, te he comprendido. Ahora sólo me queda que tú me vuelvas a aceptar.

Y si no es así… si no es así no me voy a encerrar en casa como una niña, llorando sin consuelo. Si no es así voy a salir, y a demostrarte que puedo hacerte feliz, que puedo ser tu amiga, tu confidente, que estoy contigo para lo que desees y que necesito de tu cariño. Solo tú me has dado lo que ninguno, sólo tú me has mostrado cuál es el verdadero amor, y ahora quiero ser yo la que te lo demuestre.

Lisa