jueves, 9 de noviembre de 2017

Halloween sin frío


La llegada de Halloween nos encontró todavía en manga corta. No parecía que la primavera perpetua que se había instalado en nuestro ventanal (y fuera) se decidiera a irse. Pero no podía ser... Así que con las primeras nubes el ventanal se vistió de otoño, la rama de nuestro árbol se quedó sin flores y, como correspondía a las festividades de Halloween y de Todos los Santos, descubrimos que bajo la rama habían enterrado a alguien. Poco a poco desaparecieron todos los vestigios de la primavera que aún quedaban en los pasillos. Algunos habitantes animales más propios de la estación llegaron para quedarse al menos un tiempo. Y ahora todas las mañanas vemos pájaros negros, alguna rata, y una lechuza que nos observa atentamente... Tengo la impresión de que de un momento a otro va a pasar algo...

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